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La profesión de Community Manager, ¿tiene los días contados?

Un Community Manager es aquella persona encargada/responsable de sostener, acrecentar y, en cierta forma, defender las relaciones de la empresa con sus clientes en el ámbito digital, gracias al conocimiento de las necesidades y los planteamientos estratégicos de la organización y los intereses de los clientes. Conoce los objetivos y actúa en consecuencia para conseguirlos. Muy genéricamente podríamos decir que un Community Manager es aquella persona que preserva la identidad digital de la compañía. – Fuente: Aerco

Ahora parece que todo el mundo habla de este perfil, aunque nadie sabe exactamente qué es y para qué sirve, qué hace o cuáles son sus objetivos y responsabilidades. Tampoco se tiene nada claro si es mejor contratarlo internamente o externalizar sus servicios y aún menos cuál es el salario adecuado para esta nueva profesión.  El intrusismo está a la orden del día y parece que cualquiera puede ser CM sólo con tener un perfil en Fb o una cuenta en Tw.

Cuando estás desempleado, es una de las profesiones que te proponen con mejor salida laboral pero te imparten un curso que no te prepara para lo que realmente te vas a encontrar en el mercado. Las ofertas de empleo sobre este puesto laboral tienen requisitos y requerimientos muy distintos, solicitando perfiles desde directivos e informáticos, hasta frikis de las redes sociales.

El CM es el que pone voz a las marcas, brinda todo su conocimiento y saber hacer para que todo vaya viento en popa de forma continua en los medios sociales, conociéndose el medio online en profundidad, hasta los sitos más recónditos.

Debería dominar de forma atractiva y fresca la conversación y la comunicación entre empresas y personas, sabiendo de comunidades, manejándose en ellas y con ellas.

El community manager es un perfil profesional que, a día de hoy, parece que se ha instalado en nuestro listado de profesiones del mercado español para quedarse como cualquier otra profesión ya asentada hace más de 20 años.

En los inicios del CM en España no se sabía muy bien para qué servía esta perfil, se reflexionaba sobre si era el nuevo "product manager", si debía ser un experto en Marketing o en Atención al cliente, si dentro de una empresa pertenecería al departamento de Comunicación y Relaciones Corporativas o a la Dirección Comercial. Y no creo que se llegara a una conclusión.

Con el paso del tiempo, las nuevas necesidades hicieron que sufriera un cambio negativo, con la continua indefinición del perfil y sus atribuciones Senior o Junior para los puestos de trabajo. Finalmente el CM se ha identificado más con un puesto de batalla, con un perfil ejecutor y dinámico, siendo la especialización un elemento diferenciador. El CM necesita tener conocimiento sobre las relaciones humanas y la redacción, así como formación en marketing y empresa.

En estos momentos ¿qué es y qué no es un CM? Un CM tiene que tener visión de negocio y estratégica, sabiendo ver las oportunidades en todo lo que hace. Es la cara de la empresa y el que mide su evolución en el mercado.

Debemos procurar que el sector evolucione hasta que este perfil pueda cubrir de forma eficaz y óptima todas las áreas de marketing y comunicación de los anunciantes, empresas y/o clientes con los que se trabaja.

Desde luego, lo que ya podemos desterrar es que el CM no es una persona que hace un curso de 30 horas por internet y que dice que pasar mucho tiempo en las redes sociales.

En el futuro más próximo, no creemos que este perfil vaya a desaparecer, pero sí que seguirá evolucionando. A lo mejor cambia el nombre o bien se amplíe el abanico de puestos disponibles según especialización. Esta especialización también puede centrarse en los objetivos de cada empresa y los diferentes departamentos (atención al cliente, canal publicitario, imagen de marca….) donde se ubique este perfil profesional.

Las nuevas necesidades para afrontar el perfil del CM serán, en este próximo año, entre otras:

• La gestión "real" de comunidades.
• Especialización, según objetivos o sectores.
• Conocimientos de analítica y de análisis (no sólo sacar un dato, sino también saber interpretarlo)
• Visión de negocio (sabiendo cómo funciona una empresa, habrá que orientar este perfil para que aporte objetivos a la misma).

“POCAS VECES UN PUESTO DE TRABAJO HA GENERADO TANTA CONFUSIÓN SOBRE SUS RESPONSABILIDADES, SUELDO, FUNCIÓN Y ENCAJE ORGANIZATIVO”. Comenta El País, sobre este perfil profesional.

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